el gusto por un libro antiguo y el suave sonido al pasar las páginas...
Ya ha llegado el otoño, las tardes de lluvia, ver en las montañas toda una amplia gama de marrones y verdes, el placer de quedarse en casa con el calorcito del hogar... Para estas tardes de tranquilidad no hay mejor compañía que un buen libro, pero no un libro digital, sino uno de los de toda la vida, de esos que huelen a papel y tinta, que suenan cuando pasas las páginas, que para después de estar todo el día trabajando, coges el libro y buscas donde te habías quedado la noche anterior porque necesitas saber si al final el protagonista va a llegar a la estación de donde tiene la salida prevista el tren en cinco minutos y tiene que darle un mensaje vital a esa persona que va en el asiento 24...para saber todo esto, para localizar esa parte de la novela, es necesario un marcapáginas. Este encargo es especial, es un encargo para un boda singular que se celebró en Londres el 24 de Agosto. Es la primera vez que mi trabajo se monta en un avión y viaja a tierras lejanas...